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Tag Archives: Design Thinking

Retener, organizar o transmitir información con el sentido de la vista

Visual Thinking desde la Prehistoria hasta nuestros días.

El Visual Thinking es una técnica que nunca ha dejado de utilizarse, pero hasta esta segunda década del siglo XXI no se ha tenido conciencia de ello, ni se ha analizado su utilidad en sectores como la empresa o la educación. Realmente no requiere mucho estudio ni análisis, se resume en plasmar ideas en dibujos que sean fácilmente reconocibles.

El éxito del Visual Thinking se debe principalmente a la fisiología del cerebro humano, que está diseñado para procesar imágenes, este es el motivo por el que esta técnica se usa para organizar visualmente una serie de ideas con el objetivo de expresarlas de mejor manera, relatar una serie de hechos de forma cronológica, identificar problemas y establecer estrategias para solucionarlos o para retener información. Además, el contenido que expresa un dibujo es conocido por cualquier persona, superando de esta manera la barrera idiomática.

El pensamiento visual tiene la capacidad de implementar habilidades como la comprensión o la síntesis, además de ayudar a expresar con palabras las ideas plasmadas en los dibujos. A través de su uso, se produce de forma inconsciente una conexión entre los ojos y el cerebro, y es que el sentido de la vista es el más desarrollado del cuerpo, prácticamente el 75% de la información que se recibe y se procesa se lleva a cabo a través de este senito, para el 25% restante intervienen el oído, el olfato, el gusto y el tacto.

¿Cuándo se descubrió esta técnica?

Muchos autores señalan a las pinturas rupestres como el primer ejemplo de Visual Thinking, en las paredes de las cuevas además de animales y elementos de la naturaleza, también se dibujaban estrategias de caza y organización de grupo, en una época en la que el lenguaje humano estaba aún por desarrollar, las imágenes se convirtieron en la mejor forma de comunicar.

Aunque el uso del pensamiento visual continuó llevándose a cabo de forma mecánica, no tuvo definición ni se descubrió su uso hasta el año 1969, cuando el psicólogo Alemán Rudolf Arnheim realizó diversos estudios sobre la psicología del arte y la percepción de fenómenos estéticos.

A pesar de su utilidad el Visual Thinking como técnica de expresión de ideas y organización de pensamientos ha experimentado un desarrollo muy lento especialmente en España. El desarrollo informático y audiovisual han sido decisivos para que ese método fuera rescatado del olvido, la utilización de programas como el Power Point para presentar proyectos fue decisiva para relanzar el pensamiento visual.

Un firme cambio de tendencia

La educación y los modelos de trabajo están experimentando importantes cambios en la actualidad, la creatividad, los sentimientos o las percepciones son cada vez más valoradas por los jefes de equipo, directivos de grandes empresas o docentes de colegios e institutos. Anteriormente valoraban procesos como la lógica o el orden, ahora deben convivir con nuevas formas de trabajar y educar.

Cómo aplicar el Visual Thinking

Al igual que ocurre en otros procesos, la observación es el primer paso, recopilar todo aquello que hay a nuestro alrededor, así como los materiales con los que se pueden contar. Un aspecto muy importante de la observación es la atención puesta en la misma, seleccionando aquello que se considere interesante, clasificando la información siguiendo unos parámetros que resulten gráficos y claros.

Con la recopilación realizada y visualmente clara, se estudian los elementos para trazar nuevas estrategias, ordenar ideas o retener información. Finalmente se debe mostrar el trabajo realizado a otras personas, conocer sus valoraciones, contrastar y combinar ideas.

En Visual Thinking la importancia del dibujo es esencial, y es importante que esto no se convierta en un factor negativo, no es necesario ser artista, los elementos que se deben plasmar son monigotes, líneas, círculos o figuras sencillas. No es necesario realizar una representación exacta de la realidad.

Con la puesta en marcha y la práctica de esta técnica se suelen adquirir habilidades muy útiles en Visual Thinking como la toma de notas visuales a tiempo real cuando se asiste a una ponencia o expresar en grupo una idea que aparezca en la mente mediante un dibujo.

La importancia educativa del visual thinking

El Visual Thinking es una técnica que poco a poco se está introduciendo en las aulas, el principal motivo es biológico, los niños aprender a dibujar antes que a leer y escribir, de esta manera comienzan a expresar sus ideas y a relacionarlas en el papel. En campos como la psicología en ocasiones se recurre al dibujo para que el paciente exprese sus sentimientos y emociones.

Esta técnica también es útil en alumnos de Secundaria o Bachillerato, que comienzan a retener importantes cantidades de información que posteriormente deben expresar en los exámenes, también es un buen método para que el estudiante organice la información a la hora de exponer un trabajo en público.

CANVAS y Mapa Mental

El mapa mental y el model CANVAS quizá sean son los procesos más utilizados en Visual Thinking. Ambos sirven para ordenar y clasificar información y diseñar estrategias y son muy utilizados en el ámbito educativo y empresarial.

Los mapas mentales se suelen emplear en presentaciones, su principal habilidad es que organizan muy bien la información trazando en la mente del ponente las líneas a seguir en su exposición. Se estructuran en torno a una idea inicial de la que surgen diferentes ramificaciones. Las flechas y los pequeños gráficos son elementos esenciales.

Los CANVAS suelen emplearse para trazar estrategias empresariales y comerciales, al igual que el mapa mental se estructuran en torno a una idea central que suele ser el objetivo o reto a seguir. De este parten puntos como la propuesta de valor, los canales de distribución, las relaciones con los clientes. Alianzas, recursos, gastos, etc. Normalmente suelen realizarse en grupos, en los que cada miembro expresa su idea a través de un postit para que así el tablero sirva para futuras acciones.

Descubrir que tu cerebro puede ser como el de un diseñador

Pensamiento, acción y solución adaptada a las necesidades del usuario, bajo estas premisas se mueve el “Design Thinking”, una metodología basada en el desarrollo del pensamiento creativo y de la sensibilidad que también busca la creación de productos que sean viables desde un punto de vista comercial. Actualmente cada vez más empresas de éxito mundial utilizan esta técnica que comienza a adentrarse en los programas educativos.

El origen de esta metodología se sitúa entre principio y mediados del siglo XX, algunas corrientes afirman que su autor fue el Premio Nobel de Economía Herbert Simon que mencionó esta técnica en su obra La ciencia de lo artificial en el año 1969, aunque se considera que antes hubo otro precedente.

En 1919 el arquitecto alemán Walter Gropius fundó la “Escuela de Artesanía, diseño, arte y arquitectura de la Bauhaus”. En este centro no se llegó a nombrar el Design Thinking como tal, pero si se establecieron nuevas dinámicas de trabajo, todas ellas enfocadas al diseño, algunas de ellas fueron la eliminación de corporativismo y estamentos cerrados, la consideración de las necesidades del usuario o el trabajo en equipo.

En la década de 1930 se produjo otro hecho que favoreció el desarrollo del Design Thinking. Fue una exposición arquitectónica llamada “The Stockholm Exhibition” que tuvo lugar en la capital de Suecia y que sorprendió a multitud de diseñadores y arquitectos, destacó por su carácter innovador y las estructuras funcionales que buscaban el lado emocional del cliente, y sobre todo, exploraban sus necesidades para mejorar su calidad de vida.

El motivo de la aparición de estas técnicas fue la necesidad de los habitantes de los países nórdicos de habitar viviendas que despertaran sensaciones de optimismo y bienestar para combatir el clima y las escasas horas de luz que se dan en esta zona de Europa. Para generar estas sensaciones se optó por utilizar el diseño como herramienta para solucionar un problema que afectaba la mayoría de los usuarios.

En todo este proceso se incorporó una de las técnicas básicas de Design Thinking que fue la investigación de las necesidades del usuario para mejorar su calidad de vida. Aunque en estos años aún no se designó el término con el que se conoce a esta metodología, fue un punto de partida fundamental para su desarrollo. La denominación de Design Thinking comenzó a utilizarse en siglo XXI, entre los años 2006 y 2010.

Procesos del Design Thinking

El principio básico de esta metodología es utilizar el diseño para solucionar problemas otorgando un gran valor al uso de la creatividad como método de pensamiento para llegar al objetivo cambiando el “modelo tradicional” y desarrollando nuevas estrategias.

Para desarrollar esta metodología es necesario tener un carácter colaborativo, formando equipos multidisciplinares en los que cada miembro aporte su punto de vista. Otro aspecto fundamental es la empatía, es necesario saber colocarse en la piel del usuario para así satisfacer sus necesidades, para alcanzar el éxito es necesario prototipar, corregir errores, llevar a la realidad aquello que aparece en la mente.

El proceso comienza con la observación de un problema para posteriormente entender su origen y buscar una solución desde un punto de vista creativo, buscar ejemplos, escuchar al usuario, observar todo aquello que le rodea, analizar los métodos y materiales a los que se tiene alcance. El siguiente paso es organizar una reunión de equipo en la que cada miembro aporte sus ideas, dibujar, realizar un boceto, presentar varios modelos y testear el resultado.

El Design Thinking en la actualidad

La capacidad que tiene esta metodología para explotar las capacidades de cada miembro del equipo no ha pasado desapercibida para los directivos de grandes empresas como Google o Apple, pero el uso del Design Thinking se está extrapolando a otros sectores como la consultoría o el comercio a pequeña y mediana escala.

Este método de trabajo cada vez es más utilizado y evolucionado, por ello es necesario formar a las nuevas generaciones. El Design Thinking comienza a hacerse un hueco en los programas educativos actuales, aunque este avance es lento, y todavía no se imparte en la mayoría de centros de enseñanza. Las escuelas privadas y especializadas son las que suelen impartir esta metodología.

El motivo por el que el Design Thinking aún no ha llegado a la mayoría de centros e instituciones educativas es que supone un cambio de las estructuras clásicas de enseñanza en las que el profesor adquiría todo el protagonismo, impartía la materia, y posteriormente el alumno la estudiaba en casa.

Para el desarrollo de esta metodología es necesario que los grupos de alumnos imaginen, desarrollen su pensamiento creativo, prototipen y compartan, bajo el asesoramiento del docente. A pesar de que el avance es lento cada vez hay más proyectos educativos que fomentan el uso de este tipo de metodologías, al igual que profesores que se interesan por ella y las desarrollan. Todo apunta a que no quedará más remedio que adaptarse para sobrevivir.